Valencia ha vivido dos grandes épocas con la maratón. Una de ellas es el presente. Miles de corredores se han lanzado hoy a la apasionante aventura que es correr 42.195 metros. Más de 6.000 valencianos han tomado parte en esta prueba que organiza la S.D. Correcaminos y que cuenta con el generoso apoyo de la Fundación Trinidad Alfonso.

Pero todas las cosas tienen un principio y la disputa del maratón o de la maratón no es algo nuevo en nuestra tierra. De hecho, en la década de los cuarenta del siglo pasado, la localidad de Algemesí vivió momentos inolvidables con tres campeonatos de España celebrados en esta esta distancia. Una ciudad que se convirtió en la meca del atletismo en unos años de privaciones enormes y en los que las carencias a la hora de alimentarse, informarse o entrenarse fueron descomunales.

Todo empezó en 1944. La Federación Española de Atletismo ha otorgado la celebración del campeonato de España de maratón a la ciudad de Zaragoza. Es 30 de abril. El equipo de la región de Levante compuesto por Alfonso Sebastià, José Blay (17 años), Vicente Llusar y Talamantes se adjudican el triunfo. Sebastià es primero con 2:53:54. Blay es segundo 2:54:39. En Algemesí se desborda la alegría, apenas recogida por la prensa.

Sebastià, el único valenciano dos veces campeón de España. Ha pasado un año. La Federación Española de Atletismo premia a Algemesí con la disputa del campeonato de España de maratón. Son las 11 horas del 15 de abril de 1945. Estamos en la puerta del ayuntamiento de Algemesí. Toman la salida 26 atletas que se dirigen hacia la Alameda de Valencia tras haber pasado por Albalat de la Ribera y Sueca. En línea de meta, Alfonso Sebastià vuelve a proclamarse campeón de España 2:58:46, José Blay es tercero 2:59:54. El periódico el Mundo Deportivo destaca esta hazaña. De Algemesí a Sueca, unos doce kilómetros de carretera, se alineó una muchedumbre insólita por aquellos parajes. Gente llana del pueblo campesino se sentía aquel día impulsada al entusiasmo frenético de los acontecimientos extraordinarios.

1947: Cinco atletas de Algemesí ocupan las cinco primeras posiciones. Un hecho insólito. Una localidad como Algemesí vivió el 27 de abril de 1947 una mañana muy especial y difícilmente repetible. Cuentan las crónicas y los que asistieron a aquel campeonato de España que en Algemesí no cabía un alfiler. Gentes venidas de los pueblos vecinos intuían que aquel día iba a ser histórico. Y lo fue. Manuel Sánchez fue el primero que alcanzó la meta situado en la plaza. Su marca 2:58:07, luego entraron José Blay, Francisco Colom, J. Blay y Salvador Díez (el torero), que estuvo corriendo hasta principios de la década de los 90. Colom, el tercero, llegó a meta descalzo y con los pies ensangrentados.

1948: José Blay logra la mínima olímpica. La cita es en Zaragoza el 24 de abril. Día ventoso. José María Blay Castells, de Algemesí, se destaca a partir del kilómetro 21 y atraviesa la línea de meta en 2: 43:39. Mejor marca valenciana durante más de 33 años. Una serie de tristes circunstancias impiden que Blay esté en los Juegos de Londres de 1948. Posteriormente Blay se trasladó a vivir a la comarca del Delta del Ebro, donde falleció a los 61 años. La mujer, hijos y nietos de Blay siempre se han sentido muy orgullosos de aquel esposo, padre y abuelo, enorme corredor que, por las circunstancias tristes de la vida, se vio privado de ser el primer olímpico valenciano. Deseo agradecer a la familia de Blay toda la información que me han facilitado a lo largo de estos años.

Francisco Juan del Puerto de Sagunto, campeón de España en 1954. La cita es en Barcelona, el 27 de junio. El calor aprieta en la ciudad condal. Juan ha visto correr a todos los ases de Algemesí y ya lleva 3 maratones en sus piernas. Ese día lo da todo. Su marca 2:44:11. Juan siguió corriendo durante muchos años. En la década de los 60, cuando ya había cumplido los 40 años, fue frecuente ver su silueta en las pistas de Fornas del Puerto de Sagunto. Estas cuatro personas tenía la piel de la cara curtida por el sol. Eran delgados, fibrosos, no muy altos. Sebastià trabajó de utilero en el campo de fútbol de Algemesi. Sánchez se estableció en Cullera y se jubiló de conserje en una urbanización. Blay siguió con sus campos de arroz, ahora en el Ebro, y Juan en los Altos Hornos de Sagunto, donde se jubiló. Posteriormente sufrió una delicada operación de garganta.

Mónica Pont Cháfer. Valencia 1993, La eclosión de una supernova. Han pasado los años. Ahora el foco de atención está en las pistas de atletismo del Cauce del río Turia, donde se encuentra ubicada la meta del maratón de Valencia que desde 1981 organiza la S.D. Correcaminos. Ya hace años que por el cauce del Turia ya no pasa agua y el río es el punto de encuentro de miles de valencianos. Es el 7 de febrero de 1993. Unos días antes España se ha conmovido con los tristes sucesos de las niñas de Alcàsser. Correcaminos inaugura nuevo circuito.

La salida se ha dado a las 9 horas en el paseo de la Petxina, donde hoy se ubica el complejo deportivo. Las quinielas dan como grandes favoritas a las rusas Kramenkova, Sultanova y Petrova. La carrera discurre con estas tres mujeres rusas por delante. En el kilómetro 37, una muchacha nacida en Bufali (La Vall d´Albaida), de 23 años, dice: «vamos a correr». Toma la cabeza de la prueba. La gente se pregunta quién es esta atrevida. La osada en cuestión es Mónica Pont Cháfer, excelente corredora de 1500, 3000 y cross que estudia 5º Psicología y que ya es licenciada en Educación Física. Su llegada a las pistas fue apoteósica. Mónica se convierte con sus 2:35:30, en la segunda mejor marca española de todos los tiempos en esa distancia. Primera valenciana campeona de España de maratón. Los medios de comunicación, entonces alejados de este deporte, pregunta una y otra vez por Mónica. Ella, agotada, dice: «El maratón siempre me había parecido una cosa horrible. Agradezco a mis padres y a mi entrenador todo lo que han hecho por mi».