Más allá de los atletas élite, el Maratón Valencia Trinidad Alfonso cuenta con numerosas historias entre sus competidores. Desde los míticos runners que suman los 42 kilómetros ataviados con un disfraz hasta aquellos que corren por una causa mucho más grande que la propia carrera. Asimismo, los numerosos participantes que vienen de países lejanos hacen que esta prueba catapulte a València como una ciudad cada vez más marcada en rojo por los 'cazamaratones'. Los retos y las historias de superación son otro capítulo que se descubrieron ayer en la meta ubicada en plena Ciutat de les Arts i les Ciències.

[1] Los beneficios de correr con un calzado minimalista

«Llevo dos años corriendo con sandalias y la progresión es increíble», explicó José Navarro de Alcàsser nada más cruzar la línea de meta. Para este vecino de l'Horta Sud es su segunda maratón con dicho calzado minimalista. «He bajado cinco minutos mi marca y ya no solo eso. Te recuperas antes, no te lesionas, vas mas rápido, todo es un cambio grande y bueno para el cuerpo», argumentó el runner valenciano que empezó a competir con sandalias gracias a un amigo que lo «inició en ello. Cuando lo probé, me gustó aunque hay que hacer una transición desde correr con calzado deportivo a llevar lo mínimo posible en los pies. Te puedes lesionar fácilmente», apostilló Navarro.

Junto a él, otro Jesús Trejo también realizó toda la carrera sin calzado, aunque en este caso literalmente. «He hecho varías carreras descalzo pero poder correr en València es un lujo», comentó Trejo, natural de Picanya. Jesús lleva seis años alternando calzado minimalista junto a sus pies desnudos y solo nota beneficios. «He hecho el mejor tiempo de mi vida. Cada vez soy mas mayor, pero corro mas», detalló el picanyer.

[2] Un mexicano que vino desde Dinamarca

Hace doce años que Carlos Díaz, originario de México, se fue a estudiar un doctorado a Dinamarca. Allí conoció a la madre de su hija Mía y desde hace un par de años, Carlos se animó a correr maratones. «Elegí València por el clima. Tiene la mejor meteorología posible en esta época del año, de veras es increíble, sobretodo porque ahora Dinamarca es gris, húmeda y fría», apuntó el mexicano.

[3] Doce maratones en un año. Uno por mes.

José Ruiz no sabía que iba a participar en el Maratón de Valencia Trinidad Alfonso. No obstante, su mujer lo inscribió a modo de regalo y le puso en el dorsal 'Mr.Happy'. «Es porque dice que soy un gruñón», bromea José, natural de Vilassar de Dalt, una pequeña localidad ubicada a veinte kilómetros de Barcelona. Con la de ayer en València, este catalán suma doce maratones en 2019 por una causa, la Asociación Mueve por los que no pueden. «También corrí dos Ironman y dos carreras de 100 km», agregó el vilassarenc que se abrazó tras llegar a meta con su vecino Andreu Pérez.

[4] Albalat dels Sorells corrió dentro y fuera de la pista

Como muchos grupos de atletismo que se localizan cerca de València, 'Albalat Entrena' quiso participar de la fiesta. Juanjo Ribes, Santi Ortiz y Rubén Honrubia fueron los tres primeros componentes en finiquitar el recorrido de 42.195 metros. «Llevamos tres meses entrenado para esto y acabar con todos ellos es lo mejor de todo», dijo Rubén emocionado por el apoyo que tuvieron fuera de la pista. «Nuestro equipo de animación es espectacular, se dejan la piel más que nosotros. Nos han dado mucha fuerza en la Alameda y la Puerta del Mar», declaró Juanjo. Todos ellos de Albalat dels Sorells esperaron en meta a Roberto, Miguel, Alfonso y Rafael.

[5] Payasos, pizzas y bailarinas adornan la carrera

Los disfraces son un clásico en las diferentes carreras de running y la Maratón Valencia 2019 Trinidad Alfonso no fue una excepción. Destacó entre todos ellos el ayer payaso, Rafael Cros Gutiérrez. «Me regalaron el disfraz en mi despedida de soltero y desde entonces lo empecé a usar en carreras navideñas para hacer el bobo», declaró Rafael, natural de Valdemoro. No obstante, este madrileño entrena con el que fuera campeón de Europa de 5.000 metros, Jesús España. «Llevo desde julio corriendo de payaso. Después de los entrenamientos en pista es como mi segunda piel», comentó Rafael cuyo primer maratón disfrazado «en serio, fue este».

Además, recalcó el ambiente del que dijo que «la gente me llamó de todo bueno. A partir del kilómetro 38 solo quería que bajaran el volumen, menudo griterío», bromeó el madrileño.

[6] Rafael Ibañez, un ejemplo de superación

«Es mi tercera maratón y he superado en diez minutos mi marca», comentó Rafael Ibañez que realizó la carrera junto a Patricia Silvestre. Podrían ser unas declaraciones de un atleta más que ayer hizo la maratón, pero Rubén batió su mejor tiempo con una silla de ruedas adaptada para asimilarse a una handbike de competición. Tal es el valor que los corredores que finalizaron junto a él no pararon de laurearlo, y no es para menos. No obstante, para Rubén y Patricia «el apoyo del público fue indispensable. Había gente en cada kilómetro animando y el día salió espectacular».

[7] Todos juntos corriendo por y para Lorenzo Laudadio

Armando, Luigi Laudadio, Lorenzo Vanacore, Nunzia Cristiano y Antonio Caruso corrieron junto a Lorenzo Laudadio, que padece una disfunción intelectual. Todos ellos forman el Team Lorenzo que vino desde Nápoles para correr el maratón. «Desde hace seis años, todas las carreras las hacemos para financiar los gastos de Lorenzo. Muchas gracias a la organización y a la gente de València», recalcaron los italianos.

[8] Celebrando cumpleaños el mismo día del maratón

Miguel Ángel Gil González celebró ayer su 36 aniversario y su regalo fue un tiempo de 3:30:01. «Hice muchas pruebas de running pero nunca esta distancia. Ahora entiendo porque se tiene tanto respeto», apuntó este corredor de Cartagena que se despertó a las cinco de la mañana de «los nervios». En el mismo sentido, Juan Carlos Ortega Cruz de Pantoja (Toledo) cumplió ayer 50 años, también en su estreno maratoniano. Para ello, el castellanomanchego corrió junto a su amigo Antonio Moreno con el que «ahora lo celebraremos con una cerveza». Ambos desatacaron el sol y el gran ambiente que se vivió ayer por las calles de València. «El público nos llevó en volandas hasta la meta. Te quieres parar pero no se puede, tiras adelante como sea», destacaron.