Soy profesor interino de Filosofía y llevo sin trabajar desde junio de 2010. Hace una semana, la consellera de Educación, María José Catalá, anunció que en el plazo de una semana se iban a convocar setecientas plazas de profesores para cubrir bajas y jubilaciones. Ha pasado algo más de una semana y apenas se han adjudicado cuatrocientas. Si la consellera hubiera dicho la verdad, yo ahora estaría trabajando, dada mi posición en la lista de interinos de Filosofía. Espero cada adjudicación de plazas con ansiedad y angustia pues soy uno de esos millones de españoles que sólo sueña con encontrar un trabajo. Detrás de las cifras hay personas con rostro y sumidas en una situación a veces difícil, así que pido a la consellera que no haga alegremente promesas que no va a cumplir, pues sus palabras influyen en el ánimo de un colectivo que lleva dos años muy castigado en esta comunidad.