No puedo entender cómo desde el rey hasta el último vasallo de este hermoso país no saltan de despecho y rabia cuando ven lo que nos hacen. Hasta los periodistas y medios de comunicación se vuelven melifluos y no hacen valer sus principios. Yo no soy así. Es más, me onorgullezco de defender lo que es mío. Estoy seguro de que millones de personas de este país somos así (lo que pasa es que no se enteran, si lo supieran lo dirian como yo ó aún peor, porque los hay todabia con pundonor y ética moral, que es la que vale).