Vaya, vaya. En la Comunitat Valenciana estamos recuperando viejas costumbres. La Conselleria de Educación, Formación y Empleo está realizando pruebas de evaluación diagnóstica sobre los conocimientos adquiridos a un total de 97.046 alumnos de segundo de ESO y cuarto de primaria. M.ª José Català ha retomado así estas pruebas, que fueron abolidas en 2009. Me pregunto por qué fueron abolidas, ¿quizás porque reflejaban unos resultados que no interesaban? Con lo fácil que hubiese sido echarles la culpa a los docentes (un gremio ya acostumbrado a absorber calumnias). No me preocupa el hecho de que estas pruebas hayan vuelto, aunque esto supone un nuevo gasto que parece contradictorio con las nuevas políticas de austeridad. Lo que me apesadumbra es la prueba de valoración oral de cuarto de primaria. Uno de los textos propuestos en esta actividad es un insulto infinito tanto para profesores como para alumnos. No tiene ningún tipo de cohesión, sentido o interés. Es un ataque directo contra la inteligencia o una broma de mal gusto, cosa que me parecería todavía más aberrante. ¿Qué esperan con esto? ¿Hacer creer a los alumnos que su felicidad depende de una jubilación masiva de docentes? ¿Que la simple idea de no tener profesor genera gemidos en los estudiantes? ¿Que los maestros a punto de jubilarse utilizan a sus alumnos como fabricantes de tarjetas de invitación? Lean, por favor, el texto y quedarán tan sorprendidos como yo ante la gran noticia de la señora Pichote.