En la época del Renacimiento, los humanistas ya decían que el conocimiento de la historia sirve para aprender a mejorar el futuro evitando cometer en el presente los mismos errores del pasado. Y la historia está llena de ejemplos de cambios que demuestran que siempre tenemos que revisar lo hecho para innovar y crecer. En el siglo XIX llegó el maquinismo, y por eso los autores dejaron de recibir encargos para salir a pintar paisajes con todos los colores del arco iris. De ahí que los autores tengamos tres pasos a seguir: primero, investigar, leer mucha historia del arte y salir a dibujar muchos apuntes y bocetos del natural; segundo, desarrollo, meternos en nuestro taller a crear muchas obras sobre la base de nuestros apuntes, bocetos e imaginación; y tercero, innovación, hacer fotos a nuestras obras, registrarlas en la propiedad intelectual y salir de tienda en tienda ofreciendo nuestra obra a todo el mundo para su disfrute público, en casas, empresas, clinicas, pasillos, oficinas, hoteles, salas... porque como ya decían los antiguos griegos, el arte sirve para disfrutarlo.

Y los no autores tienen también al menos tres pasos: leer mucha historia del arte y visitar muchas exposiciones diversas; comprar la obra que más guste pidiendo siempre contrato de compraventa certificado del autor; y revender las colecciones de arte con interés al mejor postor. Porque eso es bueno para hacer crecer la economía. Andrés Carcelén Izquierdo. Alicante.