«Yo me podía haber ido por la puerta grande, pero no soy una rata que sale huyendo», ha dicho la alcaldesa de Valencia. Tiene razón al decir que podía haberse ido por la puerta grande pero no lo ha hecho porque todos o casi todos los politicos piensan que el sillón es suyo, y nunca piensan que es un préstamo que el ciudadano le hace con su voto para cuatro años. Si lo que dice lo piensa, está a tiempo de presentar su baja voluntaria.

Por otro lado, la soberbia también les pierde al creer son los únicos que defienden las señas de identidad valencianas. No se dan cuenta de que todos aprendemos más de los fracasos que de los éxitos, por considerar que tienen un cheque en blanco, para hacer lo que les venga en gana. Espero y deseo que si gana la elecciones haga las cosas de otra manera, y en caso contario deseo que quien ocupe su lugar sea un ciudadano más al servicio de todos los valencianos. Una forma de hacerlo es adelgazando la representación política. Se puede representar a un pueblo con 50 % menos. Sería una prueba de que son sensibles a la crisis que está pagado el contribuyente. Enrique Fernández Iniesta. Valencia.