El exhibicionismo electoral nos invade: ¿Quiénes sois? ¿Dónde habéis estado estos últimos cuatro años? Sin saber por qué, los municipios aparecen inundados de carteles, anegados de pancartas. ¡El trono de hierro está en juego! Es algo más profundo que la dignidad personal o la decencia de un partido político. Está en pugna la democracia, el gobierno del pueblo. Sin embargo, el líder de turno nos invita a la excitación, quiere incitarnos al voto. Pero€ ¿Cuál es el impacto ambiental de todo este exhibicionismo? ¿Qué coste implica esta orgía electoral?

Las nuevas formaciones políticas caen en el juego de la vieja política. Los carteles callejeros calientan el clima de la campaña electoral, el tamaño sí importa. Esta herramienta de comunicación masiva (márquetin electoral) permite penetrar en los sectores poco seducidos por la política. ¿Por qué? Adrián Vicente. Valencia.