Parece que a los taurinos no les gusta oír ni ver a personas que protestan a la puerta de la plaza de toros. Y como el mundo del toro es un lobby poderoso, formado por gentes adineradas, burgueses, cortijeros y latifundistas que cuentan además con el apoyo político de los partidos mayoritarios, está presionando de todas las formas posibles para que las personas sensibles y coherentes, que nos sentimos horrorizadas con la fiesta nacional, nos alejemos de la plaza de torturas cuando hay corrida.

Quieren protección legal para poder seguir torturando cómodamente a seres que han nacido con la aspiración natural de todos los seres vivos, que es vivir y ser felices. No quieren oír ni ver a nadie que cuestione sus prácticas aberrantes ni su disfrute al ver desplomarse

al toro exhausto y vomitando sangre. Fani Bello Sellés. Paterna.