La gran marea humana nacida el 15M como reacción al bipartidismo instalado en España, vino para romperlo y abrir un espacio electoral a los problemas de la sociedad real, que los partidos existentes parecían ignorar. Y poco a poco fueron creciendo hasta llegar a amenazar con la desaparición a los tradicionales. Pero curiosamente el resultado es que se vuelve a instaurar otra pugna bipartidista, pero esta vez entre el P.P. y Podemos que por el momento es el partido que muestra más claramente sus diferencias ideológicas y políticas con el P.P. una vez que el PSOE ha perdido su principal referencia histórica y social que era el obrerismo.

Porque no es lo mismo seguir a unos líderes, o nacidos en una vaquería o con las manos encallecidas por la siderurgia, que a unos dirigentes con cuatro másters, vacaciones en Irlanda, hablando idiomas y las uñas de manicura, contemplando a la masa de sus ex ejecutivas instaladas en los Consejos de las empresas punteras del IBEX 35 con sueldos multimillonarios. Así ya no hay diferencias entre el P.P. y el PSOE se diga lo que se diga en las campañas. Las diferencias están entre Podemos y sus descamisados y los tradicionales Populares, quedando el PSOE y C¨s como partidos residuales destinados a acompañar a los poderosos, bien en el gobierno o en la oposición.

De eso ha de estar seguro el PSOE. O pacta con el P.P. o se queda sin espacio para la política, asfixiado por Podemos. Y en cuanto a Rivera, se le agotan las estrategias. Es inútil que renuncie a la corbata, porque se ve que su ropa es cara y de marca y además no tiene barba ni la tendrá y eso los votantes lo perciben a un kilómetro.

Ya ven lo que es la vida. Tanto ruido y tantas marchas para acabar con el bipartidismo y al final nos encontramos que son parte indispensable del mismo, porque en las sociedades modernas sigue establecido aquel principio en que Cervantes dividía a la sociedad, entre los que tienen y los que no tienen. Y como el PSOE consiguió lo que quería desde sus comienzos, que era llegar a pertenecer a la clase de los que tienen, logrado a su objetivo ya no representan a los que no tienen. Por eso han de abandonar a la izquierda e integrarse en su nuevo modo de pensar. Porque ya son casi el P.P. con toques de feminismo, defensa de la sexualidad libre y lucha anticlerical. En cuanto a la pasta ídem de ídem. Y en lo laboral solo falta mirar a la Francia socialista de Hollande y su reforma laboral que no se habría atrevido a hacer ni Sarkozy ni nadie más.

Pues esos tiempos nuevos nos esperan. Adios PSOE y a ver que nos trae Podemos.