Seguramente si usted es de Valencia a estas alturas ya conozca la Presa de Manises, entorno el cual pertenece al Parque Natural del Turia. Si lo conoce y ha ido, he de suponer que no volverá; pero si no lo conoce, no vaya. Avisado queda. No vaya, al menos, hasta que la Administración actúe. Las condiciones del parque presentan un estado de abandono avanzado, lamentable y grave. Tanto más que si lo visita quedará asombrado al darse cuenta de que camina a través de un vertedero con tipos de basura de lo más variopinta. Si ha decidido dar un paseo con su familia o sus mascotas, debe saber que existen riesgos asociados: cortes por numerosos envases de cristal rotos, riesgo de estar expuesto a basura en estado de descomposición, pero también existe riesgo de incendio y en los últimos meses un aumento de la erosión a causa de constate paso de vehículos a motor.

Si por alguna razón ha decido comunicarlo a la Oficina del Parque Natural del Turia, se dará cuenta de la ineptitud de la Administración. Según ellos, hay conflicto de competencias y por lo visto, ni el Ayuntamiento de Manises ni la Conselleria de Medio Ambiente ni la Confederación Hidrográfica del Júcar saben ponerse de acuerdo en qué tramo del río han de limpiar. Para el visitante, las cosas se complican entre competencias de la Administración y las competencias de las competencias dentro de cada una. Todo esto me lleva a pensar, tras haber presentando las quejas por cada una de las tres vías necesarias y que todo siga igual, que la Administración está actuando con negligencia hacia el medio ambiente. Rafael Mesa Manzano. Valencia.