Tan solo soy un aficionado de tantos que ama el fútbol, pero en concreto amo el Valencia CF, amo los jugadores que sienten los colores, los de la tierra, los de verdad. Pero he estado confundido tanto tiempo...

Cuando ya no había ilusión, cuando creíamos que el señor Lim únicamente había venido a hacer negocio en nuestro club, la única persona en la que confiaba era en ti, Paco, por tu carisma, por esa forma de defender la camiseta, porque creía que en todos estos meses de tormenta por los que está pasando el Valencia ibas a salir a darnos esperanza, a decir que todo esto va por buen camino, que con ilusión y trabajo el Valencia iba a ser lo que era antes. Sin embargo, hoy, lleno de rabia, no puedo creer que te vayas de este club, de nuestro Valencia, donde te he seguido y te he querido desde que empezaste. Mi sueño era ver remontar al Valencia contigo a la cabeza, cargándote el equipo a la espalda, y lleno de sueños se me iluminaba la sonrisa.

Compré tu camiseta, mis fondos de pantalla tanto del móvil como del ordenador están cubiertos por ti. Pero ya nada vale porque en cuestión de días te irás de un club que te ha visto crecer, te irás de una afición que te ha cantado hasta quedarse sin voz, y te irás de nuestros corazones dejándolos llenos de sueños donde tú eras el eterno capitán, como en su día lo fue Albelda.

Cada día pierdo mas la ilusión por el mundo del fútbol porque lo único que mueve a los jugadores a sentir los colores, es el dinero y no el corazón. Aun así, te deseo lo mejor vayas donde vayas, y espero que tu elección sea la correcta. Pero si te vas, no vuelvas. Christian Garcia. Valencia.