Soy madre de un alumno de 2º de Bachillerato. Pertenece a la promoción conejillo de Indias, vamos a llamarla así. Iniciaron sus estudios en esta etapa con la más absoluta incertidumbre, porque sobre ellos pendía la espada de Damocles, esa nueva ley de educación llena de desatinos. A estas alturas, todavía se desconoce cómo serán los exámenes de la Reválida y sus contenidos. Las noticias han ido llegando con cuentagotas. Pero la última, no es una gota, no, es una verdadera bomba: los alumnos tendrán que examinarse obligatoriamente de filosofía, asignatura que eliminaron como troncal y que pasó a ser optativa según la modalidad de Bachillerato elegida. De esta forma, hay alumnos que la cursan y hay otros a los que no se les ha dado la posibilidad de hacerlo. Esto ya se denunció por la comunidad educativa, pero ahora la sorpresa es que todos los alumnos se tendrán que examinar de ella.

Esto genera un agravio comparativo y un sobresfuerzo injusto. En el caso de mi hijo, que estudia la modalidad de ciencias, nos encontramos con que cursa asignaturas de las que no se examinará y que tendrá que examinarse de asignaturas que no cursa. ¿Pero nos hemos vuelto todos locos? 2º de Bachillerato, para los que no lo saben, es muy duro. Los alumnos están sometidos a mucha presión. Conforme avanza el curso se ve cómo palidecen sus rostros, cómo aumenta la angustia y la ansiedad en ellos. Por favor, no se lo hagan más difícil. Son personas que se juegan su acceso a la universidad y con ello su futuro, no es una cosa baladí. Señores políticos, abandonen la comodidad de sus despachos, pónganse frente a los alumnos y mírenlos a la cara, si es que pueden. Susana Vidal Ruiz. Xàtiva.