El pasado 11 de octubre pasaron en televisión la película Agustina de Aragón. La he visto ya tres veces y nunca me ha causado tanta impresión como esta última. Ver como una muchacha joven lleve el temple de la sangre española frente al salvajismo francés nos hace sentirnos orgullosos de ser de la misma raza. Pero hoy, ver cómo cuatro pelanas de políticos están aplastando España día a día con su corrupción sin límites, su ineptitud y que los aguanten 47 millones de personas nos causa vergüenza y deshonor. Si Agustina de Aragón levantara los ojos y lo viera, ¿qué pensaría de este pueblo que ha perdido todas las señas de identidad de esta raza, viendo como paso a paso nos están convirtiendo poco menos que en esclavos? ¡Veamos cuándo es la hora de despertar! Enrique Sanvalero. Valencia.