Contemplo sorprendida la inclusión de perros adiestrados en salas de Oncología infantil del hospital La Fe, para distraer a los niños. No entiendo que esos niños con mascarilla y bajas defensas, puedan estar en contacto con el aliento perruno, su posible alergia a los pelos del perro, posibles ganas de orinar y, bueno, cualquier situación imprevista que se pueda presentar. O ver famliares sin bata ni pies cubiertos.

Me pregunto si se ha realizado un estudio previo sobre la asepsia requerida en dichas salas. En la biblioteca del Hospital Clínico en la que estos niños y familiares disfrutaban de la lectura, los libros, previamente al préstamo, se desinfectaban con lampara de ultravioleta; y todo el personal sanitario vestía antes de entrar bata con sus respectivas calzas.

Sería deseable que un especialista en Oncología infantil nos explicara de qué revista científica se ha obtenido esta terapia. Magdalena Navarro. Valencia.