Todos los valencianos estamos muy contentos y orgullosos de que las Fallas se hayan declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, ya que representan la esencia valenciana. Pero lo que no puede llegar a ser nunca patrimonio cultural es la tauromaquia, que consiste en torturar a los toros hasta la muerte de los animales, que lo único que hacen es luchar por sus propias vidas. Estos crueles espectáculos implican maltrato animal.

Además de que el Gobierno financie con más de 600 millones de euros al año con dinero público las corridas de toros, pudiendo destinar dicho dinero a tantísimas otras cosas como educación, sanidad y cultura. En un mundo cada vez más concienciado por lo que nos rodea y también por los animales, no nos podemos permitir como sociedad estos actos en los que las Fallas se manchan de sangre. Cristina Ardid Soler. València.