Tal como parece, esta misma semana se aprobará en las Corts Valencianes, auguro que con ningún voto en contra, el proyecto de ley de la Generalitat «Integral del reconocimiento del derecho a la identidad y a la expresión de género» en la Comunitat Valenciana. Proyecto que nuestra vicepresidenta Mónica Oltra dice que es de libertad. Fíjense ustedes si es de libertad que aún antes de su aprobación, ha presentado Compromís una proposición no de ley de tramitación especial de urgencia sobre la retirada del reconocimiento de asociación de utilidad pública al colectivo Hazte Oír, así como a cualquier organización que «fomente el odio por razones de identidad y expresión de género».
La libertad consiste en la paz de los cementerios, en la no disensión, en ser escolà de l´amen. Así que ya lo sabe, caballero (o señora, no se vaya a ofender), si usted dice que los niños tienen pene y las niñas, vulva fomenta el odio contra los niños trans. Y digo yo, ¿qué tiene que ver el sentimiento con la realidad biológica? ¿Por qué se supone que evidenciar la certeza científica es negar el sufrimiento derivado de la propia
disforia de género? ¿No hablamos de dos planos distintos, el del ser y el del sentir? Bueno, vaya a usted a saber, pero o el rey está desnudo o soy un homófobo de tomo y lomo. Me lo voy a tener que hacer mirar Jorge Sánchez-Tarazaga. València.
