Mi amigo Vicent se ha quedado sin vacaciones como todos los años. Es que es autónomo. A mí me toca animarlo los meses de agosto pero las noticias no me ayudan nada. Me vino ayer con la de un ingeniero de Google despedido porque escribió un documento sexista. Me pidió ayuda porque sus clientes se reparten entre hombres y mujeres y no quisiera meter la pata diciendo algo homófono, machista o retrogrado. Desde luego el intenta entender algo pero le puede. Este ingeniero manifestó que «las opciones y capacidades de hombres y mujeres divergen, en gran parte debido a causas biológicas, y estas diferencias pueden explicar por qué no hay una representación igual de mujeres en posiciones de liderazgo». Esto ha sido motivo de despido, noticia mundial y desconcierto para Vicent.

Como su autoestima estaba por los suelos requería por mi parte una respuesta que alejara sus miedos y desánimos. Le dije que los americanos son amantes y defensores de la libertad de opinión y que la noticia era un invento para extender una ideología que choca con la realidad de las cosas. Fue una ocurrencia que nos permitió acabar la cerveza y reírnos de lo que pasaría si en los mundiales de atletismo los hombres y mujeres compitieran juntos. Hicimos un repaso y ninguna mujer llegaría a una final a pesar de lo cual la competición perdería interés, belleza y deportividad. Salvador Molina Jiménez. València