En los tiempos de mi juventud (hoy setenta años) la iglesia católica era muy protagonista en la vida ciudadana, tanto en los colegios, como en la vida pública y representativa, recuérdese que no había acontecimiento en que no fuera dirigido o presidido por el presbítero local. En ese marco y aun excediéndonos algunos estudiantes podíamos entrar en conversaciones profundas con nuestros profesores de religión, a quien en ocasiones inquiríamos con la siguiente pregunta: ¿Renunciaría Ud. a sus creencias si un grupo de sabios le demostraran la inexistencia de Dios? Imposible, alguno contestaba, a mi edad, yo prefiero morirme así.

Esta anécdota viene a cuento del discurso de los políticos separatistas catalanes. Y mi pregunta sería: ¿Habrá algún sabio capaz de explicar y convencer, a este colectivo, de que las modificaciones hay que hacerlas desde la legalidad vigente?

Y al otro grupo denominado Podemos, quienes llevan meses abordando la idea del Referendun Pactado para decidir sobre la escisión de una parte del territorio nacional. Habría sabios capaz de animarles a entender que si en ello, no podemos votar Ud. y yo, que no somos catalanes, dicha votación sería ilegal?

Eso es lo que se necesita, sabios capaces de explicar y razonar, porque aquello de utilizar los cientos de miles o millones de manifestantes, no es una magnitud fácil de interpretar, véanse por ejemplo los cinco millones que han votado al psoe o los otros cinco millones a podemos y ninguno de ellos gobierna. José Ramón Granado Cabezas. València.