Admirada Mercé Marrero, gracias por su reconocimiento a los abuelos «al uso» en su artículo del miércoles en Levante-EMV, que rubrico, como otra veces, en su totalidad. Y mi homenaje particular a usted y a personas como usted o parecidas, que hacen o intentan conseguir que lectores como yo, o parecidos a mí, nos reafirmemos en nuestra actitud de nuestro pensar y actuar en la vida diaria a sabiendas de lo que verdaderamente tiene valor en nuestra vida, que nos fue regalada y sólo la merecemos dándole o, al menos, haciendo todo lo que sepamos y podamos por los demás, sobre todo por los nuestros y, en especial, por nuestros nietos, criaturas inocentes e indefensas. Jesús Royo Solaz. València.