La representante entre el «hombre chimpancé» y el «hombre alienígena» (que los he visto a los dos) es Santa Teresa de Jesús, que escribió con su pluma milagrosa, levitando la morada del castillo interior, el libro de la vida€ Pero, ¿por qué es la representante? Porque Dios le hizo ver un querubín (como yo también he visto en la iglesia evangelista de Carcaixent) siendo la intercesora entre los hombres, Jesucristo y Dios. Ella creó, construyó muchos monasterios con la sabiduría del «dardo» de Dios. Educó a los monjes, preparándoles al paraíso. Pues ella en su mensaje nos retorna a la naturaleza, entrando en el convento ciervos, amando a los animales como hermanos: hermano pájaro, hermana águila, hermano perro, hermano gato€ Y así, con ella, nos descongestionamos por unos días de la vida digital, pudiendo correr la maratón (yo hago 2H 39´) leyendo «Alicia en el país de las maravillas» de Carroll. Francisco Benavent. Carcaixent.