De manera similar al título del famoso libro de Anita Loos «Los caballeros las prefieren rubias», referido a las señoras claro, los políticos las prefieren públicas, pero a las empresas. Porque es casi imposible saquear a empresas privadas. Mercadona, El Corte Inglés, Porcelanosa, incluso la Ford, están blindadas. ¡No se dejan!

Sin embargo, ¡qué fácil es saquear Emarsa, Bankia, la CAM, el Canal de Isabel II o los ERES andaluces! Incluso Consellerías enteras como la del Sr. Blasco. Claro que existe el peligro de que te pillen, incluso de cárcel. Pero si no puedes saquear, al menos te aseguras el clientelismo, el colocar a los afines en las empresas y organismos públicos para que te guarden fidelidad electoral. Es el sistema empleado por el socialismo andaluz y que tantos réditos le ha dado: mantener el poder desde que existe la autonomía. Es la envidia del Sr. Puig, que por esa razón es adicto al «susanismo» e intenta crear una estructura similar, comenzando por la nueva RTVV heredera del ominoso Canal 9. Pero es la podredumbre del bipartidismo corrupto de la Transición, que ha beneficiado a muy pocos, dejando estancada a la sociedad española y condenando a las clases bajas a una pobreza de la que será muy difícil salir. Pedro Frontera. València.