Primero Cataluña (drama de nunca acabar), después Cifuentes (la desvergüenza política). Creo que Cifuentes dijo una gran verdad al principio («es fuego amigo») y no ha dicho otra. Qué bien lo tienen los que gobiernan: el paro, los jornales de miseria, la corrupción, las jubilaciones, los desahucios, la igualdad... ni puñetero caso. Ni del deterioro de la sanidad pública y la educación. La receta para las futuras pensiones es fácil: háganse un plan con lo que les sobra de los salarios de pena; y para las actuales de miseria, pues vendan sus viviendas (quien tenga) claro.

Pero los políticos a fin de mes, a cobrar sus míseros emolumentos. Para ellos (con alguna honrosa excepción) el país funciona, parece ser, perfectamente. Para eso no peleamos algunos toda nuestra juventud; y seguiremos haciéndolo para que todo vaya a mejor, que nadie lo dude. Conste que en mi opinión cualquier tiempo pasado siempre fue peor.

Los medios, casi todos (también contados) a comer del pesebre que bien los trata y alimenta. Ahora, ¿qué pasa con Podemos, con la exreina y la actual? Operación Triunfo, Eurovisión y fútbol, mucho fútbol, como en los mejores tiempos (para algunos claro está). Eso sí que son verdaderos problemas. Ángel Pertusa Sollado. València.