Hemos de dar gracias a Dios porque finalmente la banda terrorista ETA se ha disuelto. El daño que los terroristas han producido es incalculable, y no me refiero a los daños materiales, sino a los daños personales, psicológicos, morales, los de fondo. Se ha cargado a lo largo de todos estos años miles de vidas humanas entre muertos, heridos y familares, dejando un reguero de dolor y sufrimiento increíble. Esperaba que ETA pidiera perdón a todas las víctimas y a toda la sociedad española, porque lo que han hecho es execrable. El terrorismo es diabólico, perverso.

A partir de ahora, construyamos una nueva etapa llena de amor, generosidad, perdón, comprensión, verdad, justicia, libertad, paz, bondad. Pero no puede haber paz donde se siembra la desunión y la enemistad. Las fuerzas políticas y los ciudadanos de bien hemos de aportar lo que esté de nuestra parte para conseguir una España próspera, justa, libre, amable, honrada, honesta, fraterna. Y todo eso no podemos hacerlo sin Dios, pues es el fundamento de la vida del ser humano y de todas las sociedades. Los cristianos aportamos a nuestro mundo nuestra fe en Jesucristo y el amor que nace de esa fe. José Vicente Martínez. València.