Me parece una vergüenza la sentencia del caso de La Manada. No entiendo, por mucho que lo intento, cómo puede estar considerado abuso una situación en la que cinco hombres, bastante mayores y más fuertes que la víctima, utilizan a una chica de apenas 18 años, con fines de carácter sexual, aprovechándose de su incapacidad para defenderse. Sin embargo, lo peor de todo la certeza de que no va a ser el último caso de violación no reconocida.

Nos llamáis exageradas, cuándo os pedimos que nos acompañéis a casa por las noches, pero ¿cómo no vamos a tener miedo? Este caso ha salido a la luz, pero hay muchos otros que no lo hacen. Existen muchas voces calladas para siempre y gritos que nunca se van a llegar a oír. Tal vez no sean de cinco hombres contra una mujer, pero siempre hay un hombre contra una mujer más cerca de nosotros de lo que pensamos. Mari Carmen Olmos Vela. València.