A todos aquellos que pensáis u os planteáis una mínima posibilidad de que el caso de La Manada haya sido una invención de la chica, siento deciros que los sucesos del 7 de julio de 2016, fueron unos actos de violación pese a quien le pese. Esos hombres son culpables de un delito mayor, sobre el cual la víctima pudo testificar firmemente que ella no había dado su consentimiento y que además emplearon la fuerza cogiéndole por la mandíbula, coleta y cadera y en más de un momento sintió miedo e intimidación.

A los jueces de la Audiencia de Navarra que han fallado que los hechos fueron un abuso y no una violación, me gustaría recordarles que como bien dice la Real Academia Española, «violación» es el delito que consiste en violar, es decir tener acceso carnal con alguien en contra de su voluntad; y abusos sexuales es el delito que consiste en los actos atentatorios contra la libertad sexual de una persona sin violencia ni intimidación. Una vez hayan leído estas definiciones, me gustaría que volvieran a escuchar o leer las declaraciones de la chica, y se replanteen si estamosante unos abusos o una violación. Y les diré como bien dicen algunos pacientes a sus médicos cuando algún familiar o hijo se encuentra enfermo: «Actúen como actuarían si esa chica fuera su hija». Andrea Barrella Ubeda. València.