La tecnología forma parte de nuestra vida diaria. Millones de personas se conectan a la red cada día, y se sienten libres en todo momento de expresar sus opiniones y compartirlas, supuestamente desde el respeto y la educación. Como consecuencia masiva del uso de las redes sociales, y sobretodo del mal uso han surgido nuevos términos como por ejemplo, la censura. La censura consiste en suprimir o modificar algo que está destinado al público y que no se ajusta a determinados parámetros impartidos por la sociedad. Pero el verdadero problema no está en que se aplique esta medida, sino quién la está aplicando. ¿Realmente nos sentimos libres o somos simplemente títeres?

Estas redes están repletas de cuentas que publican fotos en las que la mujer aparece como un mero objeto sexual, fotos donde hay armas y drogas, fotos que muestran maltrato animal, opiniones que incitan al odio y a la violencia€ De todas estas publicaciones menos de la mitad son censuradas. Debemos de saber que gran cantidad de menores tienen acceso a esta red social y no son lo suficientemente maduros para distinguir lo que está bien de lo que está mal. Por lo tanto, la censura no se está aplicando de forma ética y moral, así que con este comportamiento estamos ayudando a que en un futuro esos niños tengan una educación basada en el machismo y la violencia, y a que las niñas se conviertan en víctimas de violencia de género y puros objetos sexuales. Estoy harta de una sociedad que se mueve por intereses y que realmente no nos hace libres. Mar Martínez. València.