Papá, mamá, lo siento. Siento no haberos llamado cuando llegué a casa de mi amiga, ni haberla llamado a ella cuando llegué bien a casa, por si acaso no hubiese conseguido llegar. Siento haberme vuelto sola de aquella fiesta, o de la casa de los abuelos, o de la tienda de la esquina, porque ya era de noche y no lo pensé. Siento haber salido con los pantalones cortos que me decís que me quedan tan bien cuando estoy en casa, pero que tanto os horrorizan cuando salgo con ellos.

Pero lo que más siento... es no sentirlo en absoluto. Porque yo no tengo la culpa de que me griten todo tipo de cosas y me acosen por la calle. No tengo la culpa de que me droguen o que se aprovechen de mí cuando estoy algo ebria y me violen, igual que tampoco la tengo de no resistirme por miedo y que la justicia me eche a mí la culpa, o resistirme y morir por ello. Soy un ser humano, y no debería temer a lo que me pudieran hacer otros seres de mi misma especie. Soy mujer, y lucho por ser libre. Y nunca me voy a arrepentir. Maria del Mar Lluch. València.