En los últimos meses estamos viendo cómo niños que sufren la enfermedad del autismo están siendo desalojados de sus centros escolares por considerar que no pueden ir a determinados centros escolares. Las personas que están desalojando a estos niños de estos centros no son conscientes del daño que sufren sus familiares al recibir esta noticia, pero lo peor de todo es que estos casos se deriven a los juzgados para poder determinar si el niño en cuestion puede o no puede ir al colegio. Estamos perdiendo derechos fundamentales recogidos en la Constitución y estamos creando una sociedad inculta y poco ética sobre el tipo de enfermedad de la que estamos hablando. Marcos Ama Santamaría. Ontinyent.