Una de las muchas formas de maltrato infantil es la cometida por uno de los cónyuges al usar y abusar de los hijos durante la tramitación de un proceso judicial de separación. Es deleznable el uso que algunas madres hacen de los hijos en tal situación, convirtiéndolos en simples posesiones, en mercancías o moneda de cambio, como arma de chantaje y extorsión. Usan a los niños como escudos y medio para el trueque de sus pretensiones, incluso con el asesoramiento y apoyo de sus letrados, asociaciones y el consentimiento de su familia.

¿Cómo después esas madres pueden hablar del interés y beneficio de los menores, para pretender la guarda y custodia excluyente de los mismos, cuando previamente las mismas lo han vulnerado en multitud de ocasiones, perjudicando a sus propios hijos? La Justicia debe garantizar el derecho de todo menor a seguir teniendo padre y madre pese al divorcio. La madre que haga uso de un menor ante un proceso judicial de separación carece de la sensibilidad y la capacidad suficientes para hacerse cargo de ese menor. ¿Qué tipo de valores y educación puede inculcarle una progenitora a un hijo cuando no duda en dejarlo medio huérfano? La custodia compartida es un derecho del menor. Vicente Pellicer Garcia. Alcoi.