Hace ya una década, en la localidad de Vallada se quiso hacer un gran parque logístico, llamado Valpark, que ocupaba una gran cantidad de metros y que daría empleo a más de 1.800 personas en el área de su influencia, en la comarca de la Costera, algo que, por desgracia, no fue así. Fueron tantas las ganas de hacer realidad este proyecto que no se fijaron lo más mínimo en lo que valía construirlo, y ese fue el gran problema, el dinero.

Nuestro pueblo no podía asumir lo que valía el costoso proyecto, pero aun así fue adelante, y ahora lleva años parado y dejando una deuda millonaria, además de los intereses que también se arrastran. Y todo esto va generando que el ayuntamiento de un pueblo de 3.000 habitantes no pueda levantar la cabeza, económicamente hablando.

Como consecuencia de esta descomunal deuda, nuestro pueblo ha tenido la obligación de aumentar sus tasas de impuestos y además durante los últimos años no se han podido hacer mejoras en muchos ámbitos: cultural, mantenimiento de infraestructuras, reparación de parques, instalaciones deportivas... Y muchas infraestructuras han tenido que ser abandonadas, ya que no había suficiente presupuesto para poderlas atender.

Por culpa de los resposables de esa mala gestión, nuestro pueblo no ha podido mejorar en varios ámbitos, ya que gran parte del presupuesto del Ayuntamiento va destinado a pagar la deuda que se debe. No se puede empeñar a generaciones futuras por las ilusiones de grandeza desproporcionadas. Sergio Martínez Bañó. Vallada.