Hace tres meses escribí una carta en la que hacía cuentas respecto a los gastos que supone al Estado una plaza en un centro público de enseñanza y lo que se ahorra en esa misma plaza de un colegio concertado. Hacía mención además, a la decisión del Tribunal Constitucional a favor de seguir otorgando conciertos a colegios de solo chicos o de solo chicas.

Pues bien, de los 50 colegios concertados que separan por sexos que hay en España, seis aparecen en la lista de los 25 con mejor resultado en la PAU (Prueba de Acceso a la Unversidad) de la ComunitatValenciana; y tres de ellos se sitúan en los puestos 1º, 2º y 10º. El décimo (Guadalaviar) tiene el hándicap de haber presentado 65 alumnas, más del doble que casi todos los nueve primeros, resultando todas aprobadas con una media alta.

No sé si se trata del modelo de educación o del empeño de las profesoras y profesores. De cualquier modo, ahí están los resultados. Quizá algún día lleguemos a ver en España centros escolares públicos con educación diferenciada, como los hay en varios países europeos. No es cuestión de izquierdas y derechas sino de, como decía aquel antiguo anuncio de televisión, «busque, compare y si encuentra algo mejor, cómprelo».