Cuando pensamos en las carreras de la rama de ciencias de la Salud, rápidamente se nos vienen a la cabeza Medicina, Enfermería, Odontología, Nutrición o incluso Psicología y Fisioterapia, pero... ¿y Veterinaria? La importancia de esta profesión es mucho mayor de lo que la sociedad cree, pues la salud de los animales es muy importante en muchísimos campos. No somos conscientes de que es un oficio necesario y al cual no se le da el apoyo que merece. Tal es así que en Valencia no existe la posibilidad de estudiar esta carrera en la universidad pública, sino que cada año decenas de alumnos con la vocación de salvar animales tienen que plantearse si estudiar en una universidad privada en Valencia o si irse a otra ciudad.

Creemos que los veterinarios sólo pueden trabajar en las clínicas donde todo el mundo lleva a sus mascotas, pero la realidad no es así. Los veterinarios pueden trabajar también en el ámbito del control sanitario y la producción de animales en ganaderías, granjas, granjas acuícolas y piscifactorías. Otra función del veterinario es encargarse de la higiene y la inspección de los alimentos de origen animal, por ejemplo en mataderos, mercados, industrias de alimentación, etc. Además, un veterinario puede trabajar también en laboratorios de ingeniería genética y bioalimentación, zoológicos o reservas de animales.

Mi hermana mayor está estudiando 3º de veterinaria y mis tíos llevan más de 15 años en la profesión, y me da mucha rabia que no se valore su carrera ni su esfuerzo. Creo que es una carrera con la suficiente importancia como para que sea más accesible a los estudiantes que quieren cursarla. Porque como alguien dijo una vez: «Un veterinario no solo ama a los animales, los cuida hasta silenciar un dolor mudo, que los humanos no podemos escuchar».