Según Tardá, solo un 50% independentista y un 50% no independentista catalanes pueden decidir sobre el futuro de la República Catalana. El resto de españoles no tienen ningún derecho sobre un futuro común, ni siquiera los baleares, los valencianos ni los aragoneses. Eso si , el podrá decidir sobre sus colonias así como la delimitación de las fronteras de su futura república retorciendo los argumentos como buen intelectual.