He leído con verdadera tristeza una noticia sobre el hallazgo de cinco caballos muertos en un vertedero ilegal en las proximidades del cauce del río Magro. El título de esta carta se encuentra basada en el filósofo Calístenes, sobrino de Aristóteles, y relacionada con el «seguimiento ciego del fiel amigo», como podría tratarse de cualquier animal doméstico, en este caso, se trata del comportamiento de los caballos hacia los humanos, como muestra de una fidelidad o virtud atesorada en sus entrañas para su amo, y desperdigadas por éste en un vil vertedero. Naturalmente, de estos seres sanguinarios, no se puede esperar mejor comportamiento.

Comportamientos, sin embargo, que habría recibido mejores, con creces, por parte de los equinos, y que podrían ser citados brevemente cómo: el heroísmo por un lado, y por otro, el olvido de sí mismos y de su propias vidas, como muestra de lealtad jurada a su amo. Preocupante y dolorosa ha debido ser esta noticia para los miembros de Pacma, y desde aquí, mi firme solidaridad para ellos.

Observo que afortunadamente son cada vez más numerosos los medios sensibilizados por estos execrables hechos y ello tranquiliza, pero desgraciadamente no repara el daño, esperando de las autoridades la localización, identificación y castigo de los culpables, o que la conciencia de alguno de ellos reflexione y tenga la valentía de declarar públicamente su culpabilidad.

Por otro lado, y dentro del cierto sosiego que produce el interés creciente de algunos medios, mucho me congratula leer que Levante-EMV exteriorizara el pasado 23 de agosto su preocupación apuntando al seguimiento que realiza la UE sobre el bienestar animal y posibles sanciones y etiquetaje a los Estados miembros incumplidores.