En el artículo El riesgo catalán para la izquierda valenciana, de Gregorio Martín, publicado en este diario el 10 de septiembre,el autor baraja cuatro hipótesis para la resolución del problema catalán: 1.-Que se queda como está, y en ese caso para este viaje no hacían falta tantas alforjas. 2.-Una España federal con comunidades ricas y pobres y en ese caso ¿dónde estaría la Comunitat Valenciana? 3.- Una Cataluña independiente lo que afectaría decisivamente a la CV por ser fronteriza con un nuevo estado lo que condicionaría decisivamente nuestro futuro, ya que no sería lo mismo Galicia, dice, que está muy lejos que tener un nuevo linde. 4.-Si Cataluña se hace independiente, entonces queda abierta la vía de los Països Catalans dada nuestra afinidad cultural.

El autor deriva la opción 4 de la 3, supongo que entendiendo por afinidad cultural la lengua catalana, que es la segunda lengua más utilizada tanto en Cataluña como en la Comunitat Valenciana. Pero, ¿no es entonces mayor nuestra afinidad cultural con Murcia o Castilla la Mancha. Y si se extrae una vía 4 de la 3, ¿por qué no se sacan también de la 1 o de la 2? Por ejemplo, dado que convertirnos en zona fronteriza con Cataluña cambiaría todo, por qué no proponer una vía a la otra comunidad autónoma limítrofe con el nuevo Estado, Aragón. ¿No tenemos también con Aragón afinidad histórica y cultural? Podríamos formar así un grupo aunado por nuestros nuevos intereses geoestratégicos. Por proponer que no quede. En cuanto a la postura de la izquierda, las manifestaciones de IU, Podemos y PSPV-PSOE son claras, tan solo Compromís, lastrado por el Bloc, claramente independentista, es ambiguo. Antonio José Fernández. València.