Me sorprende que haya quienes pongan precio a la salud, y no lo digo por facultativos, enfermería y otros participantes. Es muy fácil a los políticos poner precio al trabajo de los demás, pero si su salario dependiese de su gestión... la inmensa mayoría no cobraría. Llama mi atención en su lista de precios brutos el precio de una catarata -51euros- aunque usted o yo podemos quedar ciegos para siempre.

Ayer me limpiaron la caldera de la calefacción: 135 euros del ala netos. No digo yo que un técnico no se gane su salario, pero si valoramos el estudio, los años de preparación y alguna cosa más, se me antoja descompensado. Llenar el depósito de combustible cuesta mucho más gracias a los impuestos que uno aporta tan alegremente a las arcas voraces del Estado.

Pues eso, que las reivindicaciones del personal sanitario las encuentro más que justas. Con la salud no se juega. Fíjese, si no, en la campaña de tráfico de este año. Seguro que salva alguna vida. ¿En cuánto valora usted la suya?