La noticia de que los bancos pagarán el impuesto de las hipotecas desde ayer lunes y no se lo podrán deducir no deja de ser una historia más. El prestamista tiene la facultad de prestar el dinero al interés que le de la real gana, ya que el Estado no tiene potestad para imponer al banco cómo tiene que prestar su dinero. Los que pagamos no recuperaremos nada y esto será una excusa más para encarecer las hipotecas. Como siempre, el poder estará al lado de los que tienen el dinero. Siendo esto un caso mas de aparentar lo contrario por parte de los políticos, con el fin de dar la impresión de estar al lado del ciudadano para conseguir los votos, por mucho que diga el presidente del Gobierno que es para evitar que sean los consumidores quienes se hagan cargo del tributo. En definitiva otra cortina de humo.