Me sorprende ver que cada fin de semana a partir del mes de noviembre la oferta televisiva de sobremesa se reduce a películas de temática navideña. Entiendo que la Navidad es una de las fiestas más bonitas que existen, ya que es el momento del año en que las familias se reúnen y dejan sus diferencias a un lado, pero me parece excesivo que se vaya cultivando el espíritu navideño desde tan pronto. Por mucho que se empeñen los que organizan la parrilla televisiva, ni Papá Noel ni los Reyes Magos vendrán en noviembre.