Las postales de Navidad, aunque hay de todos los ámbitos,y se puede hacer el bien al comprarlas, las hay de Médicos del Mundo, Cáritas, Unicef, Hospitales del Mundo, etc Hace tiempo que se está perdiendo esa magia en la Navidad, el de la felicitación sorpresiva navideña de nuestros familiares,de nuestros amigos estimados y conocidos, esa sensación especial al abrir el sobre conteniendo ese mensaje cariñoso, un clásico de Navidad que siempre recibes con ilusión. Ahora, salvo excepciones se termina pronto, a través del teléfono fijo, o el WhatsApp, o el correo electrónico, o quizás con un mensaje escrito a través del móvil, parecen complementar algunos sus Navidades de plástico,consumistas o nada religiosas, cuando como magos de nosotros mismos podemos hacer felices en una grata postal y nuestras formas de vivirla con todos. Feliz Navidad.