Me he quedado estupefacto al enterarme de que hace poco más de un año,y como expresa Damián Galerón, la mayor parte del clero diocesano vasco se rebeló contra sus obispos, pidiéndoles que se marcharan, ya que no eran nacionalistas ni apoyaban la causa del independentismo vasco. Semejante tesis me recuerda la actualidad también de una parte del clero catalán que alienta el independentismo y con virulencia desde el Monasterio de Montserrat y otros lugares,y desean separarse de la Iglesia Católica y de España. En el llamado País Vasco, de tener gran número de vocaciones sacerdotales, y desde la introducción del marxismo entre el clero sacerdotal, se ha llegado a un erial de vocaciones. Según el autor citado gran parte de la logística etarra estaba formada por religiosos, y cita en un momento de la historia a monseñor Setién, que provocó una gran devastación en el ámbito religioso vasco, pues nos dice que llegó a negarles oficiar una misa a la policía y guardias civiles muertos. Increíble. Algunos religiosos de la curia vasca abandonaron el sacerdocio y pasaron a formar parte del Partido Nacionalista Vasco.