Vistos los cambios de placas conmemorativas en diferentes edificios públicos con motivo del desafecto, caída en desgracia, o realización de actos delictivos por parte de los titulares, se tendría que reflexionar sobre la colocación de dichas placas. ¿Por qué ha de figurar el nombre de la ministra, el alcalde, o el concejal de turno en la conmemoración de una inauguración si esta se ha podido realizar gracias a la contribución de todos los ciudadanos? Ya es hora de que el autobombo deje de estar presente en una sociedad que pretendemos progresista. Y de paso nos ahorraríamos gastos innecesarios de eliminación y reposición. El otro asunto que quiero comentar es la, no por esperada menos inaudita, concesión del tercer grado a Blasco. ¿Hasta cuándo se podrá salir de la cárcel sin devolver lo desviado, estafado, en resumidas cuentas robado? Si dividimos los beneficios por los días en prisión a más de uno debe salirle a cuenta.