El Papa Francisco, en la Jornada Mundial de la Juventud -dijo Juan Pablo II que para permanecer joven, hay que estar con los jóvenes- , y ante un mundo cada vez más rencoroso, les dijo el Papa Francisco a los jóvenes y asistentes en general, que : «Jesús abrazó al ciego y al paralítico. Abrazó al fariseo y al pecador. Abrazó al ladrón de la Cruz e incluso abrazó y perdonó a quienes lo estaban crucificando». Jesucristo, en mi opinión, es ejemplo vivo de valentía en su tiempo, de amor por los demás. Jesucristo es fuerte en las adversidades y las tentaciones, un ejemplo de fortaleza y de bondad a seguir. Me sobrecoge cuando aquí quitan los crucifijos de las escuelas y otros lugares, siendo el símbolo de la paz,y me encanta ver en Alemania, sobre todo en la zona de Baviera a Jesucristo, símbolo del crucificado en las fachadas de las casas. Pedimos a Cristo que nos ayude, paradojas de la vida, Él, que está crucificado, con ese gran dolor que sintió nos ayuda precisamente sobre su Cruz.