El ayuntamiento de València sigue olvidando al Grao y más concretamente a las vecinas/os de la calla del Barco. Con Rita al mando del consistorio la calle barco solo se limpiaba entera, con «baldeo y barrida» una vez al año coincidiendo con la fórmula uno y/o con la visita papal, con Ribó al mando ni siquiera llegamos a eso, la calle está sucia llena de polvo que se genera día a día con una obra de acciona que ocupa parte de la calle Barco y la avenida del puerto, polvo que sumado al polen, la contaminación y demás residuos hacen muy difícil respirar y aumentan las dificultades para tener una salud medianamente razonable a los vecinos/as que en su mayoría tenemos una edad bastante «elevada». El pequeño pulmón que iba a ser el huerto urbano de la calle Barco es en realidad un almacén de materiales para la obra. Y esta era la «obra cumbre» que el consistorio nos prometió hace ya cuatro años. Gracias por nada, Sr. Alcalde.