Somos españoles y hablamos español, somos ya más de 500 millones que lo hablamos y es el segundo idioma más hablado en el mundo, después del chino mandarín. Pienso que para decir rebajas no hace falta decirlo en inglés y rememorando un viernes negro de la bolsa de Nueva York, con poner rebajas anticipadas es suficiente, y me niego a comprar ni una sola cosa que me la digan en inglés. Fuera los ingleses del Peñón de Gibraltar, no los queremos. Ya hemos visto en Londres lo mal que tratan a los españoles, vejándolos e insultándoles. Siempre nos están amenazando con sus barcos de guerra, aviones que violan nuestro espacio aéreo español y recalando sus sucios submarinos atómicos, algo obsoletos por cierto, que pueden traer un perjuicio atómico para todos, y la apropiación indebida de aguas españolas para hacer su aeropuerto y actualmente también quieren hacer grandes construcciones sobre ese espacio que no les pertenece. Y no digamos además la rufianesca apropiación indebida de aguas territoriales españolas alrededor del Peñón de Gibraltar diciendo que son suyas. Hemos sido muchos los que hemos denunciado, sobre las injusticias en el trabajo y también en la Seguridad Social que no les aplican correctamente a los españoles que trabajan en el Peñón de Gibraltar y que les hacen los ingleses perjudicándoles, aunque como contraste en la Roca se hable español con acento andaluz, signo importante de la españolidad de Gibraltar, y también son acentuados otros desagradables temas políticos, empresariales, económicos, sobre la Roca y terrenos adyacentes. No me gusta que se hable a nivel de nuestra sociedad, comercio e industria el inglés, si se quiere se utilice para viajar a entornos de habla inglesa, pero no aquí. No queremos sus costumbres, ni sus vocabularios. Hay que utilizar más el español y no sucedáneos ingleses. Cuando en Valencia me paran ingleses y me dicen si hablo inglés en su idioma, frase archiconocida por todo el mundo, les contesto Je parle français, español y valenciano.