Hoy en día, 4,2 mil millones de personas tienen acceso a internet y de ellas, 3 mil millones están activas en redes sociales. Las redes sociales nos permiten entretenernos, hablar con otras personas o buscar información. A su vez, nos pueden perjudicar, ya que todo lo que subimos a una red social no se puede eliminar y, en parte, estamos mostrando nuestra privacidad. Solo con una foto la gente puede saber dónde, cuándo y con quién estás. En cambio, mucha gente las sube por el postureo o para que les den likes. Por esta última razón, las redes sociales pueden llegar a ser adictivas y algunas, como Instagram, han introducido actualizaciones para ver cuánto tiempo utilizas la aplicación diariamente. Creo que los menores de edad deberían tener ciertas restricciones a la hora de usar las redes sociales, porque les puede repercutir en un futuro. En mi opinión, las redes sociales a parte de tener ciertas ventajas, pueden generar problemas, de los cuales la mayoría repercuten negativamente a los más jóvenes y, por ello, hay que restringirles cierto tipo de cosas, ya que con un click pueden tener millones de datos a su disposición.