Las cálidas tardes de verano aguardan, miles de familias decidirán dónde pasar esas vacaciones tan esperadas año tras año, muchos son los inconvenientes que surgen: economía, interés común, etc, pero hay un suceso que ocurre y seguirá ocurriendo hasta que podamos apreciar lo que tenemos. Cada año miles de animales de compañía (la mayoría perros) son abandonados en las calles de cualquier país, además este índice aumenta en las épocas veraniegas debido a que no se ha tenido en cuenta el cómo iba a afectar la mascota en las planificaciones festivas, debido a esto, muchas mascotas son desterradas a las frías calles abandonadas a su suerte, con el único objetivo de sobrevivir. Países como España lideran este deporte mientras otros como Holanda se proclaman como Países sin perros callejeros. El problema reside en la falta de responsabilidad por parte de quien decide tener una mascota sin tener la capacidad de cuidarla y las preferencias superficiales a la hora de decidir si comprar una mascota de una tienda o adoptar una procedente de la perrera. La solución es muy simple, pero a la vez difícil, para las empresas (a nivel económico), como para la persona que decide comprar o adoptar.