«Mi mente es la única parte de mi cuerpo que todavía está viva. Soy una cabeza atada a un cuerpo muerto» Ramón Sampedro. Este hombre no pudo morir dignamente por la decisión de los que están por encima de nosotros. Nos encontramos en una sociedad en la que el Estado se ve obligado a proteger nuestras vidas incluso cuando nosotros no lo queremos puesto que un 60% de los españoles busca legalizar la eutanasia sin resultado alguno. Todos tenemos derecho a la vida pero ¿quién no se ha preguntado por el de muerte? Me gustaría saber qué dirían esos seres más poderosos si estuvieran atados, aferrados a una cama sufriendo y agonizando sin poder elegir el dejar de hacerlo.