¿Os habéis parado a analizar la letra de las canciones que hoy en día escuchamos los jóvenes? Lo más probable es que no, y no os juzgo. Lo importante de ese estilo musical es el ritmo y la buena energía que transmite, no se le presta atención al mensaje. Hacer esto no está del todo mal, ya que, de este modo, no se toma de forma literal lo que en ellas se dice. Lo que asusta es ver que cada vez son más pequeños los jóvenes que comienzan a escuchar esta música y la posibilidad de que normalicen su contenido está presente. Son varios los estudios que demuestran que estas letras afectan al comportamiento sexual y personal de los más jóvenes, provocando distintos problemas. Porque como dijo Nietzsche: «sin música la vida sería un error», no hagamos que sea un error la música.