Pedro Sánchez ha querido acompañar en el dolor, desde su cuenta de Twitter, a los allegados de Blanca Inés Sancho y de Fernando Hernández. ¿Quiénes son estas personas? La primera, una religiosa de una congregación francesa que enseñaba a coser y cuidaba de mujeres en Nola, una aldea de la República Centroafricana. Tenía 77 años. La encontraron muerta en su habitación hace unos días, horriblemente mutilada. El segundo, un religioso salesiano de sesenta años, muerto a cuchilladas la pasada semana en Burkina Fasso. Es el segundo salesiano asesinado en ese país en tres meses, después del ataque yihadista en que murió Antonio César Fernández. "Un abrazo a sus congregaciones y mi reconocimiento a su labor siempre al servicio de los más necesitados", ha escrito el jefe del Ejecutivo en funciones. A pesar de los pecados e infidelidades de algunos eclesiásticos, la Iglesia sigue produciendo santos, que están ahí, donde son más necesitados. Por eso pongo la X en mi declaración de la Renta.